martes, 24 de enero de 2012

El Estado del Sistema Económico Capitalista Mundial

EL ESTADO ACTUAL DEL SISTEMA ECONÓMICO CAPITALISTA MUNDIAL

Definición de capitalismo

Antes de hablar del estado actual del sistema económico capitalista mundial, sería bueno hacer una breve definición de lo que entiendo por capitalismo: El capitalismo es el orden social que resulta de la libertad económica en la disposición y usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción. En el capitalismo los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes o de servicios en forma libre dentro de la división del trabajo, con el propósito necesario del beneficio monetario para la obtención de recursos en función de cualquier orden de fines dentro del marco de una cooperación mediatizada por el mercado. La distribución, la producción y los precios de los bienes y servicios son determinados por el libre mercado, la oferta y la demanda entre productores y consumidores.
Por lo tanto, se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada en la civilización occidental y basada en una organización racional del trabajo y monetario-utilitaria de los recursos de producción, caracteres propios de aquel sistema económico. En el orden capitalista, la sociedad esta formada por clases en vez de estamentos como son propios del feudalismo y otros órdenes pre-modernos. Se distingue de éste y otras formas sociales por la movilidad social de los individuos, por una estratificación social de tipo económica expresada en un exponencial continuo de nivel de ingresos y por una distribución de la renta que depende casi enteramente de la funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la estructura de producción.
Si se acepta el sentido más amplio, se pueden distinguir diversas fases. Se llama capitalismo mercantil al surgido en la edad media y capitalismo industrial al surgido tras la industrialización. Lenin utilizó la palabra imperialismo para referirse a la “fase superior del capitalismo”. Otros prefieren hablar de capitalismo financiero para referirse al sistema económico dominante en los países de occidente durante la mayor parte del siglo XX.

Ya con la caída de la Unión Soviética y el fin del llamado bloque socialista, algunos teóricos del capitalismo predijeron la hegemonía total del capitalismo, y la falta de alternativas al sistema capitalista.

Sin embargo la crisis económica en la que nos encontramos, a mi entender, pone de manifiesto las contradicciones que el actual sistema plantea, y me centraré en este trabajo a explicar que ha ocurrido en los últimos años para explicar el estado actual del sistema capitalista mundial y que posibles alternativas hay para no caer en los mismos errores, ya que el neo-liberalismo y la desregulación salvaje de la economía  son los principales responsables de la situación en la que nos encontramos.


Situación de crisis económica mundial

La crisis financiera mundial (GFC) o la crisis económica mundial se cree que comenzó en julio de 2007 con la crisis del crédito, cuando una pérdida de confianza de los inversionistas de EE.UU. en el valor de las hipotecas subprime causó una crisis de liquidez. Esto, a su vez, se tradujo en el Banco Federal de los EE.UU. en inyectar una gran cantidad de capital en los mercados financieros. En septiembre de 2008, la crisis había empeorado, ya que los mercados bursátiles de todo el mundo se estrelló y se convirtió en altamente volátil. La confianza del consumidor tocó fondo en todo el mundo apretado el cinturón en el temor de lo que podría estar por delante.

El mercado de la vivienda en los Estados Unidos sufrió mucho, como muchos dueños de casa que habían sacado préstamos sub-prime descubrieron que eran incapaces de cumplir con sus pagos hipotecarios. A medida que el valor de las viviendas se desplomó, los prestatarios se encontraron con patrimonio negativo. Con un gran número de prestatarios morosos de los préstamos, los bancos se enfrentan a una situación en la casa embargada y la tierra valía menos en el mercado de hoy que el banco había prestado inicialmenteLos bancos tenían una crisis de liquidez en sus manos, y dar y la obtención de préstamos se hizo cada vez más difícil, ya que las consecuencias de la explosión de los préstamos sub-prime de la burbuja. Esto se conoce comúnmente como la contracción del crédito. Aunque el colapso de la vivienda en los Estados Unidos se conoce comúnmente como el detonante de la crisis financiera global, algunos expertos que han examinado los hechos en los últimos años, y de hecho incluso los políticos en los Estados Unidos, pueden creer que el sistema financiero se necesaria una mejor regulación para desalentar los préstamos sin escrúpulos. 

El colapso de Lehman Brothers el 14 de septiembre de 2008 marcó el comienzo de una nueva fase de la crisis financiera mundial. Los gobiernos de todo el mundo lucharon para rescatar a las enormes instituciones financieras como las consecuencias de la caída del mercado inmobiliario y de valores empeoraron. Muchas instituciones financieras siguieron enfrentándose a graves problemas de liquidez. El gobierno de EE.UU. propuso un plan de rescate de US $ 700 mil millones, que posteriormente no fue aprobada debido a que algunos miembros del Congreso de los EE.UU. se opuso a la utilización de una enorme cantidad de dinero de los contribuyentes se gastan para rescatar a Wall Street los bancos de inversión que algunas personas han creído podría ser una de las causas de la crisis financiera global. Para septiembre y octubre de 2008, la gente comenzó a invertir fuertemente en el oro, los bonos y el dólar de EE.UU. o en moneda Euro, ya que era visto como una alternativa más segura a la vivienda en crisis o mercado de valores. En enero de 2009, EE.UU. El presidente Obama propuso el gasto federal de alrededor de $ 1 billón en un intento de mejorar el estado de la crisis financiera.

Otra causa de la crisis ha sido el elevado precio de las materias primas. El incremento de los precios de estas materias primas, particularmente, subida del precio del petróleo y de la comida aumentó tanto que comenzó a causar verdaderos daños económicos, amenazando con problemas sociales en los países que se encuentran en vías de desarrollo , la estanflación y el estancamiento de la globalización. En enero de 2008, el precio del petróleo superó los US$100/barril por primera vez en su historia, y alcanzó los US$147/barril en julio debido a fenómenos especulativos de alta volatilidad que condujeron a un fuerte descenso durante el mes de agosto.

Otro tanto sucedió con uno de los principales metales industriales, el cobre, que venía experimentando un vertiginoso aumento en su cotización desde 2003, principalmente por la cada vez mayor demanda de las nuevas potencias emergentes, como China e India, sumada a otros factores como inventarios decrecientes y conflictividad laboral en las minas cupríferas de Chile, el primer país exportador a nivel mundial del mineral. En enero de 2008, la cotización del cobre en la London Metal Exchange (Bolsa de Metales de Londres) superó por primera vez en su historia los US$ 8000 la tonelada. A principios del mes de julio alcanzó US$ 8940 la tonelada,  récord absoluto desde que se tienen registros de su cotización en la LME, a partir de 1979. Este valor a niveles históricos fue un 272,5% mayor que el antiguo récord absoluto de US$ 3280 la tonelada registrado el 24 de enero de 1989, sin ajuste por inflación. Luego de este máximo y en línea con la conducta del petróleo, la cotización del cobre registró una abrupta caída de más del 50% desde el récord de julio (a octubre de 2008) en un marco de volatilidad nunca antes visto. Materiales esenciales en la producción, como el ácido sulfúrico y la soda cáustica vieron también incrementados sus precios hasta un 600%.
Propuestas personales

Desde mi punto de vista es necesario aplicar medidas socialdemócratas para salir de la crisis económica. Por ello entiendo que es fundamental llevar a cabo por parte de los estados medidas económicas globales y en concreto, apostar por la Unión Europea como una salida viable en la nueva gobernanza global. Es necesario reactivar la estimulación de la economía. Las políticas de austeridad fiscal aplicadas simultáneamente en todos los países no están funcionando. A pesar de los grandes esfuerzos de ajuste fiscal, la situación económica no solamente no ha mejorado, sino que está empeorando. Europa está entrando en una recesión que puede ser especialmente dura para España, como confirma el FMI, con tasas de paro cercanas al  23 %.

Hay que impulsar un acuerdo a nivel europeo que reconsidere la senda de consolidación fiscal con plazos factibles de reducción del déficit que tenga en cuenta las diferentes situaciones de partida de las variables macroeconómicas clave, en cada país, en particular la ratio de endeudamiento público con relación al PIB. No es sensato que Italia y España deban reducir el déficit público al mismo ritmo cuando el porcentaje de nuestra deuda pública sobre el PIB es la mitad que la italiana. En todo caso, los plazos que se ratificaron en el último Consejo Europeo no los podrá cumplir ningún país si continuamos aplicando las mismas políticas que empujan a la recesión económica.

Si todos los países llevan a cabo políticas contractivas al mismo tiempo, la austeridad generalizada conduce a la recesión y la recesión exige más austeridad. Hemos entrado en un círculo vicioso que no reduce el ratio de endeudamiento sino que lo aumenta. La única forma de reducir el endeudamiento es el crecimiento. Los mercados lo saben bien y por eso no se reducen las primas de riesgo. Las propias agencias de calificación señalan que el problema es la debilidad del crecimiento, y el excesivo endeudamiento privado, más que el endeudamiento público, lo que es especialmente cierto en España que padece una crisis de estancamiento. Lo único que les va a convencer es una senda creíble de crecimiento. Y ello necesita estímulos a corto y medio plazo.

Una política coordinada europea debe propiciar que los países con márgenes de actuación  ayuden a la recuperación económica de la eurozona estimulando su demanda interna con políticas de inversión a escala europea. Y no solo por solidaridad sino por su propio interés. Sin una política europea que impulse la actividad y reduzca los costes de financiación los pueblos rechazaran las austeridades sin contrapartidas.

Por tanto no solo necesitamos un Pacto Fiscal que asegure la necesaria  disciplina y corresponsabilidad. Además es imprescindible un Pacto Social y por el Empleo que garantice los derechos laborales en el marco de la Agenda del Trabajo Decente de la OIT, que incluya un salario mínimo europeo y evite el dumping social en Europa. En definitiva, la reducción gradual de los déficits públicos no puede hacerse a costa de generar déficits sociales. Para los socialistas, el ajuste no debe ser la excusa para desmantelar el sistema de protección social. El déficit más grave que nos amenaza es el déficit de futuro de la actual generación de jóvenes y, por qué no decirlo, el déficit de democracia que estamos viendo en la toma de decisiones económicas en la Unión Europea.

Es importante que apostemos por una nueva gobernanza económica europea. Además de reorientar la actual  política económica fallida que está desarrollando el Consejo Europeo, es imprescindible corregir la deriva intergubernamental y dotar a la Unión Europea de nuevas instituciones de gobierno  económico que garanticen el crecimiento sostenible y la estabilidad financiera. Es necesario establecer un verdadero Fondo Monetario Europeo adecuadamente capitalizado que emita eurobonos, adquiera deuda pública de los Estados y que pueda obtener liquidez del Banco Central Europeo, para así garantizar la estabilidad de los mercados de Deuda Pública. El Banco Europeo de Inversiones debe aumentar su capacidad para financiar más inversiones productivas e infraestructuras intereuropeos que generen puestos de trabajo.

El papel del Banco Central Europeo es fundamental porque las anteriores medidas necesitan tiempo y a corto plazo solo sus intervenciones pueden garantizar financiación a tipos razonables. El BCE debe tener el crecimiento económico como uno de sus objetivos y poder actuar como prestamista en última instancia de los gobiernos, como hacen los demás Bancos Centrales del mundo. Actualmente lo hace por la puerta de atrás dando liquidez ilimitada a los Bancos a tipos muy bajos para que estos presten a los gobiernos.

Podría prestar a institutos financieros oficiales y  nos ahorraríamos esa  renta de intermediación de la que se apropia el sistema financiero. ¿Porqué los países tienen que pagar tipos mucho más altos que los Bancos por los préstamos del BCE. Tenemos que romper el oligopolio de las agencias de calificación  y crear una Agencia Europea de Calificación creíble y transparente. Necesitamos un presupuesto comunitario más potente que el actual 1% del PIB. Dos nuevos impuestos europeos, una tasa sobre transacciones financieras y un impuesto sobre las emisiones de Co2 podrían financiar  planes de empleo juvenil y de innovación tecnológica. Así, la fiscalidad europea serviría para combatir tres de los grandes problemas de nuestro tiempo a escala global: la pobreza, la hipertrofia financiera y el cambio climático.

Asimismo, es urgente armonizar la fiscalidad de los Estados Miembros  para evitar el dumping fiscal entre países, avanzar hacia una unión fiscal y luchar sin cuartel contra los paraísos fiscales, incluyendo los existentes en el interior de la UE.

Por otro lado, es necesario reformar el sistema financiero.

El buen funcionamiento del sistema financiero es vital para la economía. La  desregulación ha producido un crecimiento desmesurado del sistema financiero global que ha aumentado su capacidad especulativa y lo ha convertido en un parásito de la economía real. En la práctica el sistema financiero  dista de funcionar como un mercado competitivo.

Asimismo, no es aceptable que el sistema financiero no cumpla su misión de conceder créditos a PYMES y familias mientras obtiene liquidez ilimitada al 1 por ciento por parte del BCE. A ello se refería Trichet cuando decía que “los Bancos deben cumplir con su deber". No podemos permitir que proyectos viables e innovadores se frustren por falta de financiación.

Por lo tanto, si la economía productiva depende del sistema financiero y éste desarrolla un servicio de interés general, debe ser adecuadamente regulado evitando abusos como las cláusulas tipo y las comisiones injustificadas ajenas a la labor de intermediación financiera  y vinculando  las ayudas públicas y el suministro de liquidez a objetivos de crédito otorgado.

Lo ocurrido en Europa con la crisis financiera demuestra la necesidad de establecer una supervisión bancaria a escala europea ya que 10 de los Bancos operan ya de forma transnacional. Y lo ocurrido en España  evidencia, por su parte, fallos en el modelo de supervisión bancaria.

Es necesario y urgente sanear el sistema financiero pero no a costa de los contribuyentes, que observan escandalizados como la crisis se ha saldado congelando pensiones y reduciendo sueldos de escasa cuantía, mientras los directivos financieros siguen jubilándose con pensiones multimillonarias. Aún  tratándose de empresas privadas existen herramientas fiscales y capacidades regulatorias de los poderes públicos  para afrontar esos abusos.

Para poner el sistema financiero al servicio de la sociedad es necesario disponer de un sistema de crédito oficial a través de una agencia financiera del Estado,  con la dimensión y la especialización suficiente para apoyar la actividad y la innovación y que agrupe las diversas entidades públicas que desarrollan esa labor de modo disperso.

Otras propuesta

A parte de exponer las propuestas que en el ámbito internacional y europeo se deben llevar, también se han hecho propuestas en diferentes sentidos en lo relacionado por lo socio-económico. Ha habido diferentes propuestas realizadas de entre las propuestas realizadas destaco:

Expansión fiscal y regulación financiera – propuesta realizada por EEUU

Para combatir la crisis global, EE.UU. propuso a que los países del G-20 iniciaran una nueva ronda de gastos, además de establecer una meta de crecimiento específica del 2%. Estas políticas fueron rechazadas. La cumbre de ministros de finanzas del G-20 acordaron ejercer políticas monetarias y de expansión fiscal hasta que el crecimiento aumente. También se acordaron propuestas para ayudar a los países en desarrollo a través de donaciones al FMI y mejorar la regulación financiera, incluyendo requerir el registro de los fondos de cobertura y sus gestores.

Aumento de la natalidad -  propuesta de la democracia cristiana

Para el economista italiano Gotti Tedeschi, el verdadero origen de la crisis es «la caída de la natalidad en los países occidentales». Así lo afirmana Ettore Gotti Tedeschi, conocido economista y presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR, conocido como el Banco Vaticano), en una entrevista al informativo semanal Octava Dies del Centro Televisivo Vaticano. La baja natalidad del pasado, de la que se deriva el rápido envejecimiento de la población en los países occidentales, es lo que aboca a los países occidentales a empobrecerse.

Fomento de la confianza y del consumo – propuesta realizada por organizaciones públicas

El Consejo Superior de Cámaras de Comercio y 18 grandes empresas españolas ha presentado 25 de febrero de 2010 su campaña publicitaria para contagiar confianza y fomentar las actitudes positivas entre la ciudadanía para hacer frente a la salida de la crisis económica, bajo el lema estoloarreglamosentretodos.org.

Aumento del déficit presupuestario y del gasto – propuestas por la izquierda

Para los economistas Paul Krugman y Robin Wells la inercia de las distintas autoridades económicas y políticas presagia una prolongación de la crisis con alto nivel de paro y escaso crecimiento si no se acometen soluciones que a corto plazo no eviten una recesión profunda haciendo que los gobiernos emitan deuda y gasten más. Para Krugman y Wells, cuando la situación de crisis es más intensa (momento Minsky, en honor al poskeynesiano Hyman Minsky) los déficits presupuestarios no solo son buenos, son necesarios.

Frente a la crisis cultural, ecología, feminismo y reconocimiento de las minorías – propuestas de movimientos alternativos

Frente a la considerada como crisis económica de 2008-2010 el sociólogo Alain Touraine considera que Europa solamente muestra impotencia económica, política y cultural pero que esa impotencia no es consecuencia de la crisis, es su causa general. Para Touraien Europa debe tomar conciencia y romper el silencio, en caso contrario la crisis se profundizará aún más y Occidente perderá sus ventajas. Las soluciones existen, en el plano económico, la ecología política da respuestas frente al suicidio colectivo; en el plano social y cultural, el mundo feminista se opone a las contradicciones mortales de un mundo que sigue dominado por los hombres y en el terreno político, la idea novedosa es, más allá del gobierno de la mayoría, la del respeto de las minorías y su reconocimiento.
            
Propuesta Tasa Tobin

Quiero dedicarle al menos un párrafo para hablar de la importancia de la Tasa Tobin, una propuesta tildada de utópica, demagógica e izquierdista, pero que últimamente hasta dirigentes nada sospechosos de su izquierdismo como Merkel y Sarkozy se lo plantean. La Tasa Tobin consiste en pagar un impuesto cada vez que se produce una operación de cambio entre divisas, para frenar el paso de una moneda a otra y para, en palabras de Tobin, "echar arena en los engranajes demasiado bien engrasados" de los mercados monetarios y financieros internacionales. La tasa debía ser baja, en torno al 0,1%, para penalizar solamente las operaciones puramente especulativas de ida y vuelta a muy corto plazo entre monedas, y no a las inversiones.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) concluyó que la tasa Tobin permitiría recaudar 720.000 millones de dólares anuales, distribuibles a partes iguales entre los gobiernos recaudadores y los países más pobres. Por su parte, el PNUD afirma que con el 10% de la suma recaudada sería posible proporcionar atención sanitaria a todos los habitantes del planeta, suprimir las formas graves de malnutrición y proporcionar agua potable a todo el mundo, y que con un 3%, se conseguiría reducir a la mitad la tasa de analfabetismo presente en la población adulta, universalizando asimismo la enseñanza primaria. Aunque la tasa Tobin está orientada a la amplitud de transacciones comerciales internacionales, si consideramos reducir el espectro de su aplicación, desde la amplitud del comercio, de la economía real, al campo exclusivo de las transacciones financieras de carácter especulativo, se crearía una importante diferencia. Hay quien opina que la tasa Tobin devendría así en un instrumento de control de la actividad especulativa -basada en instrumentos financieros complejos, de alto riesgo y alta volatilidad. La crisis económica de 2008-2010, provocada por las inversiones de alto riesgo a largo plazo, financiadas con deuda a corto plazo, muestran que la tasa Tobin podría convertirse en un instrumento estabilizador que podría evitar crisis económicas.

Conclusión personal

Quiero terminar el trabajo  con una reflexión desde mi punto de vista socialdemócrata. En un mundo globalizado y ferozmente competitivo, en medio de una crisis de gran intensidad como la desencadenada desde 2008, en la que países cultural y políticamente tan distintos de nuestro modelo están obteniendo buenos resultados cuantitativos, estamos  viendo crecer el riesgo de que prospere la creencia de que los regímenes no sometidos a consentimiento ciudadano, férreamente organizados, con  capacidad central en la toma de decisiones, e inmediatez de aplicación de las mismas sin atender a consideraciones de diálogo, negociación e integración política con los actores sociales, son más eficaces para enfrentarse a los retos de la nueva realidad. Sabemos por la historia adónde conducen esos riesgos y tenemos que movilizarnos frente a ellos. En una Europa en medio de la crisis, sometida al miedo y a la incertidumbre, el afloramiento de partidos populistas, extremistas, xenófobos y eurofóbicos no son ya excepciones coloristas en países de escasa tradición democrática. Han surgido en escenarios con larga historia de integración política y social, con un pasado ejemplar en la aceptación de la inmigración y de refugiados políticos, escenarios habituales de gobiernos de coalición entre fuerzas democráticas moderadas de orientación ideológica distinta. Hoy marcan y escoran la agenda de gobiernos en los que han acabado integrándose. Hablamos del centro mismo de Europa.

            Han crecido hasta convertirse en piezas para conformar la mayoría en países de larga hegemonía socialdemócrata, pioneros en el establecimiento de las políticas de bienestar. Hablamos del norte de Europa. Han llegado al poder, y promueven  y aprueban constituciones o leyes difícilmente compatibles con los principios, valores y normas que rigen la UE de la que forman parten, eliminan derechos, imponen autoritariamente una mayoría electoral y persiguen al oponente político. Hablamos del Este de Europa.  En esa misma Europa zarandeada  por la crisis, gobiernos democráticamente elegidos han sido sustituidos por fórmulas tecnocráticas, bajo la consideración de que se necesitan manos libres respecto de instituciones y procesos para responder a una situación de emergencia.  No es algo nuevo en el campo de la ideología. Lo vivimos en los años 60, el periodo de brillo tecnocrático en el que se predicó la convergencia de las ideologías primero, y el fin de las ideologías después.  Pero si es nuevo en el campo de la dirección política. No es lo mismo definirse como tecnócrata, pero competir democráticamente por llegar al poder, que recibir el poder sin competir por atribuirse, como tecnócrata una posición menos discutida o menos divisiva que la política.

En definitiva, la que puede encaminarse a una situación de emergencia es la democracia misma. Porque más que haber triunfado y haberse expandido la democracia, lo que  ha triunfado y se ha expandido es simplemente el mercado. En muchas áreas del mundo, que abarcan a miles de millones de personas, se ha consolidado un libre mercado sin democracia.  En las más desarrolladas, la ideología neoliberal ha cebado ese proceso bajo la premisa de que el mercado ofrece y distribuye oportunidades, la política estorba, la desregulación es un paradigma, la intervención pública es un obstáculo a la libertad, la democracia es costosa e ineficiente. En esas áreas, entre ellas la nuestra, se están imponiendo los mercados a la democracia. Se imponen en la orientación de las políticas económicas y sociales, y su imposición llega al ámbito de las reformas institucionales. Una tarea fundamental de presente y futuro para la socialdemocracia es la recuperación de la democracia como eje vertebrador de las decisiones políticas.

Una parte decisiva de la renovación del proyecto socialdemócrata consiste en hacer que la democracia se imponga, que nadie gobierne sobre las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos sin haber sido directamente legitimados por éstos, que la organización de la vida colectiva esté en manos de las instituciones que representan a la gente, hacer verdad que la primera y la última palabra corresponde al pueblo del que surge todo poder, como por ejemplo, proclama nuestra Constitución.  Sin hegemonía de la democracia no hay propiamente política, y sin política, sin capacidad para decidir entre opciones distintas atendiendo a la voluntad popular, sin poder para defender la primacía  de los intereses de la mayoría, no puede haber fortaleza socialdemócrata. Conviene repetir algo que no siempre se comprende del todo: la política es lo que permite resolver los problemas de quienes no tienen la posibilidad de resolverlos por sí mismos.  

           La conclusión final es que asumir como objetivo primero de la socialdemocracia el garantizar el triunfo de la política democrática. Asumir que hay que intervenir en la economía. Que se ha demostrado el actual sistema injusto. Y también que desde la socialdemocracia no se ha sabido dar una respuesta clara ni a veces, diferente a la del neo-liberalismo. Tenemos una oportunidad única para cambiar e invertir la actual tendencia. Espero y deseo que ocurra. Y creo que Francia será el inicio de la recuperación

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